Luz
tapizaron su lecho de hojasGozosos se arrastraban por entre las piedras cálidas, silbaban canciones que casi olvidaron y sin detener el canto encerraron a la noche en su cuarto.
recien nacidas
y lo llevaron cerca del arroyo
No más noche, ni su canto de silencio falso, hacia dentro del corazón solo luz y aromas densos. Vivos y recostados en una nube casi azul.
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